jueves, 31 de agosto de 2017

1934. Numerosas zonas de la ciudad se quedaban sin Hogueras.

Alcalde Alfredo Suárez Ferrín
Ese año de 1934, un bando de la alcaldía, firmado por el alcalde Alfredo Suarez Ferrín,  prohibía terminantemente la formación de las clásicas Hogueras de San Juan en calles asfaltadas y céntricas de la ciudad a causa de los desperfectos que ocasionaban.


La Guardia Municipal había recibido instrucciones del propio alcalde para que sancionaran con ejemplaridad a los infractores de dicha prohibición que contemplaba de forma expresa plantar Hogueras en  las calles de Feijoo, Picavia, Plaza de Pontevedra, Payo Gómez, Teresa Herrera, Juan de Vega, Compostela, Fonseca, Plaza de Orense, Alameda, San Andrés, Orzán, Cordelería, Socorro, Sol, Olmos, Galera,  Castelar, Estrella, Cantones, Real, Marina, Torreiro, Fuente de San Andrés, Barrera, Estrecha de San Andrés, Cordonería, Panaderas, San Agustín, San Nicolás, Bailén, Franja, Florida, Riego de Agua, Curro, Plaza de María Pita y todas sus travesías.

En cualquier caso la vecindad de la calle de Adelaida Muro, solemnizaba con una atrayente fiesta la Noche de San Juan. Hubo disparo de voladoras, bombas de palenque, dianas, alboradas, paseo y concurso de moda con numerosos premios, así como dos concurridas y alegres verbenas, las noches del 23  y 24 de junio. En la noche de San Juan se quemó en un descampado de la zona una gran hoguera. 
 
Los vecinos de la calle Mariana Pineda, una de las primeras calles que se había abierto en el  barrio de La  Parromeira, nombre por el que se conocía a la zona de los Mallos, donde  se ubicaba la fábrica de calzados de Ángel Senra, festejaba por todo los alto la Noche de San Juan con dianas y alboradas, disparo de bombas de palenque, carreras de sacos, merendiñas y la quema de  una gran hoguera que estuvo amenizada por pianos de manubrio y una orquesta.

En la calle del Orzan, a pesar de la prohibición de quemar hoguera, hubo  una animada verbena a cargo de una banda de música que estuvo muy concurrida.
Con motivo de su sexto aniversario, el Liceo de Monelos celebraba  en su parque-pista, la noche de San Juan con una multitudinaria verbena.

También el centro Cervantes celebraba la víspera de San Juan en el Parque Damm, cuyo jardines estaban profusamente iluminados y con un sin fin de farolillos, una   alegre y divertida verbena que llenó el parque desde las siete de la tarde a la una de la madrugada.

En el teatro Rosalía de Castro, el comediógrafo coruñés Adolfo Torrado, estrenaba su nueva zarzuela “La Dulzaina del Charro” con música del maestro Rebollo.
En la Capilla de San Roque, visitada durante todo el día por centenares de fieles,   se celebraba con Misa cantada la festividad de San Juan Bautista  con exposición del Santísimo durante la tarde.

Club de Hockey sobre Hierba Ártabro.
Ese mismo día tenía lugar en la plaza de Toros un festival organizado por el coro Cántigas Da Terra en colaboración con Eco Da Terra de El Ferrol. Ambos coros cantaron ante un auditorio, -no tan numeroso como esperaban los organizadores-, diversas  piezas del folclore gallego  con buen gusto y afinación.

Ese día de San Juan llegaban a La Coruña  las jugadoras del equipo femenino de hockey hierba del Atletic club de Madrid que ostentaban el título de campeonas de España, que se enfrentarían, dos días después,  en un concurrido parque de Riazor, al Ártabro coruñés, en disputa de una copa de plata donada por el Sporting club. La jugadores madrileñas fueron objeto de un caluroso recibimiento y agasajadas en distintas sociedades, destacando, entre otras, la merienda que les ofreció el Sporting club, en su parque del Leirón, fiesta en el Náutico, un aperitivo en el  bar América y una cena de gala, en el Hotel Atlantic, invitadas por el ayuntamiento. Nisa Segura, Mariceli Torón, Viricha Toron, María Luisa Lens, Gloria Obanza, Maruca Allones, Maruja Esclusa, Elisa Fernández Obanza, María Teresa Molezún, Cuca Díaz Grande, Alicia de la Rosa y Rosario Allones, serían las jugadoras coruñesas que se enfrentarían a las madrileñas, siendo derrotadas por tres tantos a dos.


Calin Fernández Barallobre