miércoles, 14 de junio de 2017

La Noche de San Juan, un canto a la imaginación y el encantamiento

Es sin duda la Noche de San Juan una noche mágica y de encantamiento donde dejando volar a la imaginación se abren de par en par las invisibles puertas del “otro lado del espejo” la que nos introduce al conocimiento del futuro y a las dimensiones mágicas de la realidad. Podremos comprobar esa noche cómo se nos permite el acceso a grutas, castillos y palacios encantados y como se liberan de sus prisiones princesas, reinas e infantas cautivas merced a un embrujo, ensalmo o maldición; braman las culebras, los dragones y vuelan los “caballucos del diablo”, tres caballos alados que se deslizan por los cielos aterrorizando a las gentes; salen a dar vespertinos paseos a la luz de la luna seres femeninos misteriosos en torno a sus infranqueables moradas; afloran enjambres de raros espíritus duendiles amparados en la oscuridad de la noche; gallinas y polluelos de oro se pasean por los bosques haciendo ostentación de su áureo plumaje. El demonio anda suelto

En solemne reunión llamada aquelarre todas las brujas perversas del mundo, se reunirán esa noche para propagar el mal y la hechicería. Volarán entonces a caballo de sus escobas hacia los arenales de Coiro en Cangas de Morrazo y Sevilla. Allí ante el macho cabrío, figura en la que se ha convertido el demonio, ellas le rendirán pleitesía y obediencia, llenando el ambiente de pócimas, ungüentos y hechizos, dejando una estela de impotencia y destrucción con sus inmensos poderes y maldad. Y saldrán de nuevo volando para chuparles la sangre a los niños o se convertirán en abejorros para dañar al ganado. Pero serán vencidas por el bien que les ganará la partida. Incluso los llamados Juan o María lograrán exorcizarlas.

Todo en esta Noche está abierto a la imaginación y a la esperanza. Quien crea a pie juntillas, si tiene imaginación y limpieza de alma, cerrando los ojos ante la bellísima ensenada de Riazor-Orzán, podrá ver al dios Neptuno con su carro de oro tirado por seis bravos caballos blancos, rodeado de una corte de tritones con sus cabellos rizados, de Nereidas, de Ninfas y de Sirenas con largas y relucientes colas con escamas plateadas. 

Y mientras la luna y las estrellas contemplan la belleza de nuestras Meigas y de La Coruña, cruzará los aires el pájaro Tordavisco que asusta a los que buscan nidos de pájaros. El Canouro que causa la inquietud en el hogar. El Murigante pequeño ratón con alas muy friolero que está siempre presto a avivar las lareiras. El Sumicio que esconde los objetos del hogar cuando más se necesita encontrarlos. El Gatipedro que hace que los niños se orinen en la cama. El Rabeno que anda de detrás de las niñas guapas y el entrañable enanito Pedro Chosco que se sube a los párpados de los ojitos de los más pequeños para cerrárselos dulcemente y que duerman así plácidamente.

Se aparecerán las Mouras personajes míticos de la tradición popular de Galicia. Hermosas mujeres que en noche tan señalada son vistas cerca de algún apartado castro o en una recóndita fuente, sentadas peinándose sus largos cabellos dorados con un hermoso peine de plata.

Que nadie intente acercarse a ellas con el fin de llamarlas o sujetarlas pues de súbito de la espesa negrura del ambiente saldrán unas cabras diabólicas y otros extraños seres que producen un pánico atroz y que harán huir a quien ose acercarse a tales doncellas.

Cuando empiecen a despuntar los primeros rayos del sol de la amanecida de San Juan las Mouras desaparecerán de forma tan misteriosa como aparecieron.

Las Damas de San Juan, Madamas, Xanas, Encantadas, Lavandeiras y Anjanas son seres fantásticos que han sido objeto de diversos encantamientos y buscan quedar libres de ellos. Por eso es posible que en esta noche tengan que salir de sus castillos o grutas y buscar la forma de encontrarse con un enorme dragón o una voraz serpiente y en número impar de veces proceder a besar sus fauces. O tendrán que tirar de un hilo de oro que surge de una fuente hasta hallar el principio del ovillo. Incluso tendrán que encontrar una fabulosa joya que se esconde en el nido de una feroz ave rapaz. Quien de ellas lo logre se le rebelarán todos los secretos de la existencia y quedará libre de encantamiento.

“Que la vana hechicería,
que la Noche antes del día
de San Juan usan doncellas
hace que se muestren ellas
de liviana fantasía” 

En esa noche saldrán de sus escondrijos los Mimis alegres espíritus de las rocas; los traviesos y simpáticos trasnos tocados con sus gorros rojos y picudos. Los Bakus que se dedican a borrar de nuestra mente los sueños malos. Los gnomos. Los Elfos alemanes pícaros y maliciosos. Los pixies, duendes alegres y juguetones muy amistosos con el hombre; los leprechaums de Irlanda que fabrican zapatos y tiene vasijas repletas de monedas de oro. Los diminutos Kobolds fieles servidores del bien. Los hobbit conocidos por su presencia en el Señor de los anillos. Los Brownies dulces y diminutos duendes. Los manes tímidos e inofensivos. Aparecerán también las Hadas buenas y bienhechoras portadoras de paz y felicidad. Y estará presente el papalicaldo entrañable personaje de las lumeradas coruñesas de antaño que se embobaba observando el fuego. Entre todos ellos y las gentes de buen corazón tendrán que arrojar al fuego eterno a las brujas viejas, feas y negras. A los malévolos Gremlins A los trolls seres malos de gran nariz acosadores nocturnos de damas jóvenes. A dragones blancos, rojos, verdes y azules, hechiceros, ogros, arpías, demonios, o la propia medusa ya que en esta fiesta del amor no tienen cabida ni la maldad ni la fealdad ni el terror ni la hechicería. Nuevamente el bien se impondrá al mal.

Es en suma la noche de lo mágico, de lo que nunca existió. Es el momento preciso para estremecerse, ilusionarse y narrar a la familia y amigos toda clase de leyendas, cuentos o anécdotas sanjuaneras. Un mundo el de esa noche donde se dan cita la historia, la tradición, la leyenda, la fantasía, la fiesta, la amistad y el amor, en esta sin par fiesta de las Hogueras, única fiesta de interés turístico Nacional de nuestra ciudad de la Coruña, lograda por obra y gracia del esfuerzo de unos niños coruñeses visionarios y , donde se obra el milagro de que los hombres y mujeres se convierten en niños y los niños en más niños todavía. 

“Después de estar detenidas,
en su prisión temporal,
regresan vivas, vestidas,
en las fechas ya sabidas
las Hogueras de San Juan”.

Calín Fernández Baralllobre