lunes, 3 de abril de 2017

1929 Animadísima Noche de San Juan en La Coruña. España en vilo por la desaparición en aguas del Atlántico de los aviadores Franco, Ruiz de Alda, Gallarza y Madariaga

Liceo de Monelos
Un año más las calles de la Torre, campo de Artillería, Progreso e Independencia celebraron  por todo lo alto la víspera de San Juan. Numerosas charangas y varios pianos de manubrio y organillos fueron los encargados de llevar la música a una cantidad ingente de vecinos que se  divirtieron cantando, bailando y saltando por encima de las llamas de varias de las hogueras que se quemaron en la zona. 



Una gran verbena seguida de la quema de una hoguera tuvo lugar en la calle de Adelaida Muro con motivo de la festividad de San Juan Bautista. La calle se hallaba  iluminada con numerosos arcos voltaicos. La verbena estuvo amenizada por una banda de música y  dos pianos de manubrio y contó con la presencia de una gran cantidad de de vecinos. Una vez finalizada la quema de la hoguera se rifó entre los asistentes un hermoso cabrito.

Con enorme concurrencia el Liceo de Monelos festejaba con un baile la mágica noche de San Juan. Fue una fiesta gratísima donde resaltó la presencia de bellísimas mujeres adornadas con llamativos mantones de  Manila. La orquestina Coruña interpretó un magnifico programa donde no faltaron  los pasodobles, fox, valses y mazurcas.

El parque del Sporting club, el Leirón del camino Nuevo  lució esplendoroso para la celebración  de la fiesta de la noche de San Juan que la directiva ofreció  a socios y familiares. Varias tómbolas, una cucaña, y mucha música hicieron las delicias de los números socios que e dieron cita en el parque y contemplaron, al llegar la doce de la noche, como se quemaba un vistosa sesión de fuegos de artificio y una gran hoguera.
  
El Atlántico hotel y el Restaurante del Kiosco Alfonso, ofrecieron en sus  elegantes terrazas, profusamente iluminadas,  sendas cenas americanas, a  las que asistieron conocidas familias que bailaron, hasta bien entrada la madrugada, la música, como rezaba en sus anuncios, de moda para la juventud.

También el Gran Hotel de Londres, en su emplazamiento del Cantón Grande esquina  a Santa Catalina, ofreció ese noche de San Juan a su clientes una suculenta cena a base entremeses variados, huevos a la flamenca, paella valenciana y solomillo con patatas glaseadas. Pasteles variados, vinos de Rioja y de la tierra, café por el módico precio de 5 pesetas.

El día de San Juan, la Capilla de San Roque donde se veneraba el Santo precursor,  amaneció cubierta de flores. A la ocho de la mañana hubo Misa de Comunión. A las Once quedó expuesto el Santísimo y posteriormente se celebró la Santa Misa cantada en honor a San Juan que contó con la presencia de centenares de vecinos que no pudiendo acceder a la capilla tuvieron que contentarse con quedarse en las afueras del templo que se hallaban rodeados de puestos de flores, dulces y rosquillas.

Eran rescatadso en el oceaono atlántico los miembros del Dornier "Numancia"
Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda , Eduardo González Gallarza
y el mecánico Madariaga
El día de San Juan debía de haber llegado a  las islas Azores el vuelo del Dornier 16 de nombre "Numancia" que pilotado por Ramón Franco, Julio Ruiz de Alda, González Gallarza y el mecánico Madariaga  había salido de la base de Los Alcázares para cubrir la ruta España-Azores-Nueva York a la conquista del récord mundial de distancia. Durante días  el paradero de los aviadores españoles del hidro «Dornier-16»,  se ignoró, llevando la zozobra a toda la Nación que permaneció en vilo en espera de noticias. De la base de El Ferrol partieron en busca del hidro los buques Sánchez Barcaíztegui, Velasco, Alsedo y Lazaga. El gobierno italiano dio órdenes para, que el crucero «Vari» y el torpedero «Pantera», que se encontraban en Lisboa, realizasen, un crucero entre la costa portuguesa, Cádiz y las Azores, con objeto de ver si descubrían el paradero de los tripulantes del Dornier 16. El día 29 de junio  el contralmirante jefe del apostadero inglés de Gibraltar anunció la buena nueva  de que el hidro español “Numancia” era encontrado en medio del océano, cerca de las Azores por el Buque inglés “Eagle”, encontrándose sus tripulantes sanos y salvos. El aparato se hallaba en buenas condiciones, sin averías de importancia, siendo su estado relativamente bueno, a pesar de los días que estuvo a merced de las olas.

El embajador de Inglaterra en España supo la noticia del salvamento por el propio Presidente del Consejo de ministros de nuestra nación, quien se la comunicó telefónicamente en cuanto se la hizo saber el secretario de Asuntos Exteriores. Inmediatamente el embajador marchó al Ministerio de Marina para ver si podía ampliar la noticia, y felicitar al ministro. Vuelto a la embajada recibió a los aviadores españoles Jiménez e Iglesias, que querían testimoniar á Inglaterra, por medio de su representación, la gratitud de la aviación española a la británica, que tan brillantemente había trabajado para lograr el salvamento de Franco y sus compañeros. Acompañaba a Jiménez e Iglesias el hermano del mecánico Madariaga, y les seguía  una verdadera manifestación de ciudadanos, que fue engrosando por momentos y exteriorizando su entusiasmo por la gallarda ayuda que la Gran Bretaña había prestado a la aviación española al ir en la búsqueda de los valerosos aviadores perdidos. Con vivas a Inglaterra y a la aviación británica, obligaron los manifestantes al embajador a que saliera al balcón, desde donde las saludó, expresando la satisfacción que sentía por el fausto acontecimiento, Franco, Ruiz de Alda, Gallarza y Madariaga, serían recibidos, unos días después, en Madrid como auténticos héroes.


Calin Fernández Barallobre.