martes, 21 de febrero de 2017

1928. En la víspera de San Juan se inauguraba el Liceo de Monelos. El Arzobispo de Santiago visitaba La Coruña.

Inauguración de las casas del campo de Marte.
Se escogió aquella víspera de San Juan de 1928, para inaugurar, en el campo de Marte, 24 casas ya habitadas por sus propietarios y de paso homenajear al presidente de la cooperativa de casa baratas Ramón Maseda y a su junta directiva.


Las casas aparecieron la mañana del día 23 engalanadas con colgaduras con los colores de la bandera Nacional, y en la nueva barriada sonaron  ecos de disparo de bombas de palenque y pasacalles a cargo de la banda de música del Hospicio. El alcalde de la ciudad, Jesús Casares, que presidió el acto, se encargó de descubrir una placa de mármol, muy artística, obra del escultor Escudero, en la casa que habitaba el señor Maseda que con grandes sacrificios y perseverancia había logrado que la nueva barriada fuese una realidad. Posteriormente hubo un almuerzo adonde acudieron los 24 asociados del proyecto, A la tarde  hubo carreras de sacos y merienda, realizándose  a la noche una alegre y concurrida verbena, amenizada por la Banda del Hospicio, rematando la fiesta con la quema de una gran hoguera.

Liceo de Artesanos de Monelos. 
Igualmente en numerosas calles de la ciudad se quemaron las tradicionales hogueras y se celebraron verbenas en las calles de San Juan, Independencia, Progreso, campo de Artillería,  donde, además de una orquesta, sonaron diversos organillos. Ya a la tarde el barrio había contado con los pasacalles de un gaitero. En la reunión de Artesanos de la Silva tuvo lugar también otra verbena de la noche de San Juan amenizada por la orquestina Coruña. Igualmente hubo verbenas en la plaza de Pontevedra, Orzan, Riazor y Santa Lucia.

Por su parte en el barrio de Monelos, la sociedad Liceo de Artesanos, organizada por iniciativa del entusiasta vecino del barrio, Juan Rois, abría sus nuevas y flamantes instalaciones. La fachada de la sociedad se hallaba engalanada con banderas españolas y profusamente iluminada. La banda de música de las Escuelas Labaca  ofreció un concierto a la tarde y a la noche hubo una animada verbena. La nueva sociedad contaba con una nutrida biblioteca y destacaba también una artística pérgola situada en sus jardines con una amplia pista de baile. A cumplimentar a su presidente Tomás Salvadores y junta directiva,  acudieron miembros de las directivas del club Náutico, Sporting club y Casino de clases. La nueva sociedad contaba con doscientos socios.

Arzobispo de Compostela  Don Zacarías Martínez
En el día de San Juan la ciudad se engalanó para recibir la visita del Arzobispo de Santiago doctor Zacarías Martínez que fue recibido de forma oficial por el gobernador Civil, autoridades civiles y militares, sociedades, entidades y congregaciones en Altamira, acompañando al arzobispo en larga caravana automovilista hasta la Iglesia de Santa Lucia, donde pasó revista, acompañado por el Capitán General de la Región Sánchez Ocaña, a una compañía de Infantería que le rindió honores. A continuación Don Zacarías, ya revestido de pontifical, se trasladó en procesión hasta la Colegiata de Santa  María del Campo donde se cantó un Te Deum y saludó a los feligreses. De seguido se celebró en el palacio municipal la recepción de autoridades, invitados y pueblo en general, que llenaban con su presencia, no sólo el salón de sesiones, sino también la plaza de María Pita. En la sala capitular se situó un trono desde el cual el arzobispo fue saludando a las nutridas comisiones militares, civiles, eclesiásticas y de todos los sectores de la vida coruñesa.  La recepción finalizó con un magnifico lunch y Don Zacarías se  retiró a descansar a la residencia de las Capuchinas.

Aun permanecería unas jornadas  más en la ciudad, la cual visitó, ofició Misa en la Capuchinas, cumplimentó a las primera autoridades y presidió en el palacio Municipal el banquete oficial, que en su  honor, le dispensó el Ayuntamiento, amenizado por la Orquestina Coruña y cuyo menú incluyó huevos Orleans, Langosta en dos salsas, menestra de legumbres, Pollo al estilo Madeira, Crema Praliné, Tarta Real, frutas, habanos, vinos de rioja, gallegos, champan francés, café y licores.

El arzobispo, que impartiría confirmaciones en diversas iglesias, pasó luego unos días de estancia privada en La Coruña, lo que aprovechó para realizar diversas excursiones a Betanzos, Sada, Meirás, regresando posteriormente a Santiago, dejando un mensaje de agradecimiento, cariño y su bendición apostólica al pueblo de La Coruña.


Calin Fernández Barallobre.