martes, 22 de marzo de 2016

Las Meigas y la Semana Santa

Si de algo puede sentirse orgullosa la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan y ahora la Asociación de Meigas de las Hogueras de San Juan es de su profundo sentido coruñesista; por encima de todo nos hemos sentido coruñeses y hemos dedicado nuestro tiempo y nuestros mejores esfuerzos a trabajar con denuedo por La Coruña desde aquel lejano 1970 en que comenzamos la andadura.

Partiendo de esta premisa como máxima o norma básica de nuestro proceder, como se prefiera, a lo largo de estos años hemos prestado nuestra colaboración en todo aquello que redundase en beneficio de la ciudad y de sus gentes, fuese de quien fuese la iniciativa. Siempre hemos estado abierto a colaborar con cualquier iniciativa que solicitó nuestro concurso.

Se podrían poner muchos ejemplos, sin embargo hoy solamente vamos a referirnos a uno, la participación de las Meigas en la Semana Santa coruñesa.
Las Meigas en la Semana Santa 2015


Corren tiempos complicados también para esta celebración religiosa simplemente por el hecho de que el sentimiento que en ella se pone de manifiesto no concuerda con la ideología de la marea, como si eso nos fuese a importar o preocupar mucho. El sectarismo más despiadado se ha adueñado de La Coruña, algo que una ciudad que como la nuestra, que siempre se ha definido como liberal y vanguardista, tiene poca o ninguna cabida.

Este sentimiento sectario y excluyente ha fijado su propia hoja de ruta en la que uno de sus principales objetivos es el terminar con las tradiciones más arraigadas en la ciudad; ellos mismos manifiestan que "están aquí para cambiarlo todo" como si La Coruña fuese de ellos, su huerto particular, cuando ni tan siquiera tienen la mayoría y están ahí por obra y gracia de lo que están.

Pero lo más grave de todo es que ni tan siquiera son buenos gestores. Sus rencores y odios más atávicos les hacen perder la perspectiva de que este tipo de celebraciones, además de poseer un íntimo sentimiento religioso, constituyen una fuente de atracción turística de primer orden que genera riqueza traducida en incremento de la ocupación hotelera, aumento de venta en los establecimientos comerciales, etc., lo que se traduce en la necesidad de ofertar más cantidad de puestos de trabajo. ¿Es que alguien con dos dedos de frente se puede creer que Sevilla, Málaga o Valladolid, por citar algunos ejemplos, iban a poder colgar el cartel de "no hay billetes" en pleno mes de marzo si no fuese por sus procesiones? 

Pese a todo, en esta Semana Santa no veremos desfilar en La Coruña a nuestra Banda Municipal ni tampoco a la Policía Local que, como si fuesen de su exclusiva propiedad y pagadas de sus bolsillos, les han prohibido participar en las procesiones; no sucedió lo mismo con Protección Civil, un grupo de voluntarios que también recibieron la orden expresa de no asistir a escoltar "paso" alguno en las procesiones, solo que al final los de la marea recularon no fuera a ser que hubiese dimisiones en masa.

Tampoco hubo en la mañana de Ramos la instalación de la megafonía necesaria en la plaza de Vigo para celebrar la tradicional bendición de Ramos; supongo que tampoco habrá escenario alguno para la celebración, en la plaza de María Pita, del acto litúrgico de la tarde de Viernes Santo. Incluso alguien ha mencionado que existió la posibilidad de multar a la Cofradía de Dolores si hubiese sacado a la calle su procesión el pasado viernes por una mala tramitación de los correspondientes permisos, menos mal que la lluvia trabajó en su favor. En fin, ver para creer, y esto es solo el principio de este rancio sectarismo que nos ha invadido desde aquel maldito día de mayo en que aparecieron en escena.

Es sorprendente que todo lo justifiquen en base a la falta de medios económicos, sin embargo ellos y sus asesores cobran sus sueldos de manera puntual; festejan, sin importarles los gastos, aquello que va en consonancia con su ideología aunque se trate de montajes artificiales e incluso llevan gaiteros a los barrios, sin justificación alguna, pagados por todos los coruñeses o dan subvenciones y financian a aquellas entidades que les son afectas aunque sus actividades carezcan de interés y trascendencia.

 

Pero volvamos a lo que nos ocupa. 
 
Las Meigas infantiles en la procesión de la Borriquilla 2016

La Semana Santa coruñesa, que desgraciadamente siempre fue un poco de andar por casa, había tenido sus años álgidos en los 20 del pasado siglo y en los 40 cuando se comenzó a recuperar la Semana Mayor en toda España tras las prohibiciones de la liberal II República que provocó que, en muchas ciudades españolas, la chusma quemase imágenes de un altísimo valor artístico, aunque ahora algunos se empeñen en decir eufemísticamente "que ardieron" como si se tratase del fenómeno de la combustión espontanea. Pero, en fin...

La realidad es que a finales de los 70 la Semana Santa coruñesa decayó de forma notable y este hecho no fue, en absoluto, responsabilidad de los políticos de la época, más bien de los semanasanteros coruñeses que plegaron velas y se ocultaron en sus cuarteles de invierno argumentando excusas a cada cual más peregrina e increíble, muchas de ellas escuchadas en primera persona.

Sin embargo, a finales de los 80 comenzó su nuevo resurgir y fue precisamente en la iglesia de la Venerable Orden Tercera, la del retablo de oro, donde se gestó esta resurrección. Primero de la mano de Julio Martínez y más tarde de Salvador Peña, la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro comenzó a trabajar de forma callada y constante para recuperar la tradición.

Realmente en esto siempre he visto una clara analogía con lo hecho por la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan que fue capaz de recuperar la tradición de las HOGUERAS cuando más languidecía.

El caso es que al llegar el año 1994, cuando celebramos el nombramiento de la XXV Meiga Mayor, la entonces Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan se ofreció para aportar su gratino de arena en el resurgir de la Semana Santa en nuestra ciudad. Se iniciaron las gestiones, algunas de las cuales no dieron el fruto deseado, hasta contactar con la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad a la que ofrecimos la posibilidad de que las Meigas mayores se sumasen a sus desfiles procesionales vistiendo la tradicional Mantilla Española, esa que hace a las mujeres españolas aun más bellas de lo que son.

Y así fue, la Cofradía aceptó el ofrecimiento y desde entonces las Meigas de las Hogueras de San Juan, primero solo las mayores y más tarde las infantiles también, se sumaron a esta iniciativa de contribuir a potenciar la Semana Santa coruñesa.

Lo que en un principio tan solo se materializó en la participación en la procesión de "Os Caladiños", la de Nuestra Señora de la Soledad acompañada por las mujeres coruñesas, pronto se extendió a otros desfiles organizados por la Cofradía hasta que en 2011 esta Entidad religiosa nombró, a la entonces Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, Cofrade de Honor de la Hermandad.
Santísimo Cristo del Buen Consuelo 

Con la suspensión de actividades de la Comisión Promotora en julio de 2014, la Asociación de Meigas de las Hogueras de San Juan asumió este título al heredar todo el historial de la Comisión, siendo desde entonces la encargada de gestionar la presencia de las Meigas en las procesiones de la Semana Santa de nuestra ciudad.

A día de hoy, las Meigas, mayores e infantiles, participan en la procesión del Domingo de Ramos y en las del Martes, Jueves, Viernes y Sábado Santos y de manera oficial toda la Asociación en la del Santísimo Cristo del Buen Consuelo que procesiona en la noche del Miércoles Santo.

Fue esta procesión, cuya imagen - el Cristo de los Credos, de mucha devoción en La Coruña -, escolta la Policía Nacional, la que la Cofradía asignó a la Comisión Promotora concurriendo a ella, además de las Meigas mayores e infantiles, la Junta Directiva en pleno y Meigas Mayores, Meigas Mayores Infantiles, Meigas de Honor y Meigas de Honor Infantiles de otras ediciones de HOGUERAS, privilegio que heredó la Asociación de Meigas de las Hogueras de San Juan en 2015.
Por tanto, en estos días, las Meigas 2016 saldrán a la calle; unas con la tradicional Mantilla Española y otras con el Traje Regional de Galicia, acompañando a Jesús en su Pasión y a su Madre, la Santísima Virgen; una tradición española que, pese a quien pese, no se puede perder y no podemos consentir que se pierda.

El próximo Miércoles Santo, Belén Ferreiro, nuestra Meiga Mayor, luciendo la Medalla de Cofrade de la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Entierro, asumirá la representación oficial de las Meigas coruñesas en su Semana Santa.

José Eugenio Fernández Barallobre.