domingo, 27 de marzo de 2016

La declaración de Fiesta de Interés Turístico

Asistimos perplejos estos días a ese desmesurado afán del Alcalde y sus adláteres para demostrar que ellos harán que el San Juan sea de todos como si alguna vez no fuese así; igualmente nos sorprende esa reiteración en las declaraciones aduciendo que el título de Fiesta de Interés Turístico Internacional no corre peligro.

Así es, afortunadamente no corre peligro o al menos no debería correrlo; algo de lo que somos los primeros en alegrarnos ya que contribuimos a lograr este título aportando un gran grano de arena que no aportó nadie además de nosotros. Por ello deseamos, más que cualquier otro, que este regalo, que un día hicimos a la ciudad, no se pierda por la manifiesta incompetencia, el desconocimiento y el sectarismo de estos que creen que son la regeneración del mundo.


Cuando en 1970 aquel grupo de amigos nos embarcamos en la aventura sanjuanera eligiendo a la I Meiga Mayor, la tradición de la noche de las lumeradas, otrora brillante en nuestra ciudad, se encontraba en serio trance de desaparición; habían dejado de arder muchas hogueras y las que todavía lo hacían no dejaban de ser el esfuerzo de la chiquillería de algunas zonas por cumplir con un rito heredado de sus mayores, sin que ello supusiese hito festivo alguno para La Coruña. No hay más que echar un vistazo a las hemerotecas de La Voz de Galicia, El Ideal Gallego y, circunstancialmente, a La Hoja del Lunes, existente aun por aquellas fechas, para comprobarlo y ratificar lo que acabamos de señalar.

Poco a poco, con mucho esfuerzo y sacrificio, hablando con unos y con otros, incluso acercándonos cada noche a llevar nuestra nota de prensa, con fotografía incluida, a las redacciones de los diarios coruñeses, comenzamos a crear estado de opinión en la ciudad; por otra parte, nos vimos apoyados por periodistas como fue el caso de los ya desaparecidos Constantino Armesto y Manolo Rodríguez Maneiro quienes, creyendo en nuestro proyecto, se volcaron con nosotros.

Todo esto provocó que, paso a paso, año a año, miles de personas se diesen cita en la plaza de Portugal; miles de coruñeses venidos de toda la ciudad, incluso de aquellas zonas donde todavía se quemaba alguna hoguera, ávidos de vivir con nosotros otra forma de entender la noche de los grandes aconteceres, acompañando a nuestras Meigas que, desde entonces, se convirtieron en las figuras señeras de la fiesta.

Por aquellos años las playas estaban vacías si hacemos excepción de la hoguera que quemaba la familia de los Pereira en las rocas del medio de Riazor; a lo sumo, algún valiente no dejaba pasar la ocasión para dar cumplida cuenta del rito del baño de las nueve olas como manda la tradición. Así se vivía el San Juan en nuestras playas.

Poco a poco, año a año, la cosa fue a más. Pero no solo se trataba de cumplir con el rito del fuego sanjuanero, ni siquiera de elegir a un grupo de jóvenes para que nos representasen como Meigas; era necesario recuperar tradiciones, publicitar la fiesta, rodearla de una serie de actos que despertasen el interés de todos, estructurarla.

Fruto de estas iniciativas surgió, entre otras cosas, el Pregón de la noche de San Juan, compendio del saber de muchos coruñeses ilustrados que aportaron sus conocimientos e investigaciones para potenciar la fiesta y recuperar sus tradiciones. No se trata de citarlos por sus nombres ya que la nómina, tras cuarenta y siete años de actividad, sería demasiado larga, pero si podemos asegurar que los hubo de todas las disciplinas del saber. Desde médicos a periodistas, desde abogados a militares, desde antropólogos a poetas, fueron muchos los que nos sorprendieron con sus trabajos bien realizados y mejor leídos donde quedaron reflejadas las tradiciones y costumbres de la noche de San Juan, un rico acervo cultural que nadie más que nosotros ha sabido atesorar.

Hay muchas curiosidades que rodean a nuestra querida noche de San Juan; tal vez la primera de ellas fuese la que se produjo justamente el día 24 de junio de 1970 cuando el Telediario del mediodía de la 1ª Cadena de Televisión Española, la única que se visionaba por aquellos entonces en La Coruña, se cerró con imágenes de nuestra I Meiga Mayor encendiendo aquella primera Hoguera de la época moderna. ¿Un vaticinio?

En 1992 nos mudamos, por imperativo legal, a la playa de Riazor. Todavía no se quemaban hogueras en las playas pero si fue desde entonces cuando tímidamente, emulando nuestra iniciativa, comenzaron a arder las primeras que poco a poco fueron confeccionando esa hermosa y única postal de la gran sinfonía en fuego mayor que toda la ciudad entona la noche de San Juan, asomada al misterioso Atlántico.

Se produjo entonces otro hito de relevante trascendencia. El Dr. Jiménez del Oso, eminente antropólogo y estudioso de las costumbres ya desaparecido, quiso dedicar su programa "Más Allá" de la 1ª Cadena de TVE a la noche de San Juan en España al coincidir su fecha semanal de emisión con la jornada del 24 de junio de 1996.

El tiempo de la explosión jubilosa de la quema de hogueras en las playas todavía no había llegado, tan solo unas pocas ardían en Orzán; sin embargo, cuando este conocido Doctor en Medicina quiso recopilar en su programa lo mejor del San Juan español pensó en La Coruña y en nosotros y de tal suerte, un equipo de producción nos acompañó durante varias jornadas haciéndose eco de lo más relevante de nuestra fiesta que al final sirvió para compartir el espacio televisivo con fiestas sanjuaneras de tanta relevancia como la de los "Pasadores del Fuego" de San Pedro Manrique (Soria) o las mundialmente famosas Hogueras de San Juan de Alicante. Por algo sería.

Más tarde vinieron de una Cadena de Televisión coreana y de otra japonesa, alertados por nuestro trabajo y por la forma de llevarlo adelante, y durante varias jornadas nos acompañaron en nuestros actos, no solamente en a Noite da Queima, sino en aquellos otros en los que participaron las Meigas.

También fuimos capaces de atraer la atención de programas radiofónicos de emisión nacional como “Espacio en blanco”, dirigido por Miguel Blanco, que emitió su programa desde La Coruña la noche de San Juan. De igual modo hicimos gestiones para lograr que Iker Jiménez y su “nave del misterio” recalase en nuestra ciudad otra noche de San Juan; así fue aunque el mérito no nos corresponde a nosotros.  

Fue a partir de entonces cuando nos comenzamos a plantear, acariciando la idea, iniciar gestiones para conseguir que nuestras fiestas fuesen declaradas de interés turístico. Volvimos la mirada entonces al primer paso que tendríamos que dar, lograr que la Xunta de Galicia nos otorgase el título de Fiesta de Galicia de Interés Turístico.

Comenzamos los contactos; nos embebimos en el estudio de la normativa legal vigente e iniciamos las primeras gestiones en el año 2000.

El Decreto de la Xunta, vigente entonces, contemplaba una serie de requisitos que había que cumplimentar. En primer lugar exigía del reconocimiento de una antigüedad en la celebración ininterrumpida de la fiesta que nosotros ciframos en 1970. Por otra parte, había que aportar informes sobre diferentes aspectos: raigambre; originalidad diferenciadora con otras localidades; valor cultural; aspectos promocionales; estética de la puesta en escena; etc.; en resumen, una fiesta estructurada. Todo ello acompañado y avalado por el correspondiente informe municipal de apoyo.

Poco a poco fuimos confeccionando la memoria aportando datos, documentos, fotografías, programas, adhesiones, publicaciones; etc. Al final le dimos curso y ante nuestra sorpresa un informe negativo del Técnico de Turismo de la Delegación de La Coruña, plagado de inexactitudes, echó al traste la iniciativa. Sin embargo no nos arredramos y rebatiendo, uno a uno, todos los falaces argumentos del informe del referido Técnico, recurrimos a la Presidencia de la Xunta y conseguimos que aquel año nos declarasen, finalmente, Fiesta de Galicia de Interés Turístico, la primera y la única de nuestra ciudad en conseguirlo.

El primer paso estaba dado, ya no existía obstáculo para conseguir la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional.

La pregunta surge ahora pasados los años. De no haber sido por la entonces existente Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan, ¿quién iba a solicitar esta declaración?; ¿en base a que raigambre?; ¿qué elementos promocionales de la fiesta, dípticos, libros, revistas, cartelería, etc. podrían aportar?; ¿qué estética y puesta en escena?; ¿es que unas hogueras de madera amontonada, plantadas en una o varias calles o en una o varias playas, pueden considerarse una fiesta estructurada y conexa? La respuesta es bien sencilla, no. De no haber sido por nosotros jamás se conseguiría dar este paso y caso de darlo alguien el resultado sería negativo.

Nada más recibir la noticia de la declaración de Fiesta de Galicia de Interés Turístico nos pusimos a trabajar para dar el siguiente paso. Buscamos apoyos, adhesiones de Autoridades y colectivos, hicimos una amplia recopilación de toda aquella información que hablase de nuestras HOGUERAS y con todo ello comenzamos a trabajar para conseguir ser declarados Fiesta de Interés Turístico Nacional, galardón que alcanzamos en junio de 2003.

Para ello hubo que confeccionar un informe mucho más exhaustivo que el anterior y así lo hicimos y siguiendo los trámites reglamentarios solicitamos la declaración. ¿Alguien más la solicitó?; ¿a alguien le preocupaba tal recompensa?; ¿alguien además de nosotros, que habíamos logrado estructurar la fiesta alrededor de nuestras Meigas, podría solicitarlo? La respuesta es la misma que la anterior: nadie, absolutamente nadie y de no haber sido por nosotros La Coruña tampoco gozaría de este privilegio.

Pero aun hay más. Desde el mismo año 2000, con ocasión de ofrecerle al Alcalde Francisco Vázquez el flamante título otorgado por la Xunta, comenzamos a hablar de la posibilidad de que el día de San Juan se convirtiese en festivo local. Hoy son muchos los que se arrogan este mérito, sin embargo fuimos nosotros no solo los que propusimos la idea, sino que también nos embarcamos en una campaña de recogida de firmas que sirvieron para que finalmente la Meiga Mayor 2009 solicitase, a través del Registro municipal, que el día 24 de junio no fuese laborable en La Coruña.

¿Quién más lo solicitó además de nosotros?; ¿Quién inició una campaña de recogida de firmas montando stands, solicitando la colaboración de los hosteleros, etc., además de nosotros? La respuesta, igual que las anteriores: Nadie, absolutamente nadie.

Cumplido el plazo exigido por la norma legal comenzamos a trabajar para conseguir la declaración de Fiesta de Interés Turístico Internacional que también solicitamos nosotros al Ayuntamiento; nuestro fue el informe, la recopilación de datos, la memoria de actividades y lo que es más importante, el hecho de haber logrado los dos títulos anteriores sin los cuales no habría internacionalidad posible.

Ahora dicen que el San Juan tiene que ser de todos y que no puede haber protagonistas. Que la Hoguera la tiene que quemar quien ellos decidan, ya suponemos por donde irán los tiros. Sin embargo nos preguntamos: ¿Quién inició la costumbre de quemar una Hoguera alegórica la noche de San Juan?; ¿de quién partió la idea de celebrar la Cabalgata o la Comitiva del Fuego de San Juan?; ¿quién comenzó a quemar fuegos artificiales y a organizar verbenas la noche de San Juan? La respuesta, nosotros, solo nosotros y, en consecuencia, algún honor nos corresponde, al menos el de permitir que nuestra Meiga Mayor sea quien la encienda.

Hablan también de las grandes aportaciones municipales. Otra falacia salvo en lo referente a los últimos tiempos. Durante años, las subvenciones del Ayuntamiento fueron pequeñas, incluso prácticamente nulas. De eso se podría hablar alto y claro pero no hay más que ver los presupuestos municipales para comprobarlo.

Fuimos nosotros los que buscamos el dinero por todas partes, recorriendo pisos de nuestras calles; captando publicidad; revolviendo de entre las piedras para encontrar los fondos necesarios para sacar adelante el proyecto y, en última instancia, en muchos casos, poniéndolo de nuestro propio bolsillo.

Tuvimos que dar la cara en Juzgados, recurrir a amistades, poner a trabajar la imaginación para encontrar los recursos necesarios para divertir a La Coruña. ¿Qué hicieron estos “salva patrias” de nueva hornada?; ¿qué aportaron estos que ocupan María Pita? La respuesta es la misma de antes: Nada, pero nada de nada.

Hablan también, y así benefician a sus amigos y simpatizantes, de que las subvenciones se justifican por el interés para la ciudad que posee el trabajo de diferentes Entidades, todas ellas de su cuerda, para las sí que hay dinero, cesión de teatros, etc. ¿Cómo es posible de acuerdo con esta política que se obvie a un colectivo como el de la Asociación de Meigas que, cada año, organiza más de cien actos todos ellos de carácter público y gratuito?; ¿es que no es de interés para la ciudad los Ciclos de Teatro, de corales, de música en iglesias, de conciertos en la calle, de danza, etc., que se organizan cada año?; ¿quién además de nosotros ha sido capaz de organizar cerca de 5.000 actos en cuarenta y siete años? La respuesta tampoco es desconocida: Nadie, absolutamente nadie.

Y ya para terminar, me voy a permitir hablar en primera persona. Estos dictadores de nuevo cuño podrán ningunear a la Asociación de Meigas; podrán negarle el pan y la sal; podrán prohibirle que celebre sus actos – ojo con prohibir que recuerda un poco al muro de Berlín cuando prohibían salir del gran paraíso de la Alemania oriental -. Sin embargo, lo que jamás me van a poder quitar es el derecho a decir que si el San Juan coruñés llegó a donde llegó se debe al trabajo de un grupo de coruñeses entre los que tengo el honor de contarme y que fue nuestro esfuerzo el que hizo posible que las HOGUERAS fuesen declaradas Fiesta de Interés Turístico Internacional. Ese es un honor que por mucho que suba la marea jamás me lo va a poder quitar.  

José Eugenio Fernández Barallobre.