jueves, 21 de enero de 2016

1913. Numerosos barrios coruñeses celebraron por todo lo alto la Noche de San Juan.


Magnificas fiestas la que se celebraron  en el Leiron del Sporting Club  
y en el parque de Riazor con motivo de la víspera de San Juan.


Hubo mucha animación y numerosos bailes en diferentes barrios de la ciudad para celebrar la Noche de San Juan de 1913. En el barrio de Santa Lucia, donde también festejaron la octava sacramental de la parroquia con procesión incluida del Sacramento, se bailó hasta más allá de la una de la madrugada. La prensa destacaba la belleza del numeroso mujerío que se había echado a la calle para lucir su garbo y su palmito. Luces eléctricas, arcos de flores, farolillos de colores, escudos, banderolas y un sinfín de organillos que alegraron por todo los alto la víspera de San Juan en la plaza de Pontevedra, Camino Nuevo, Castiñeiras o Monelos. En la parte alta de la ciudad, fiel como siempre al Santo precursor, hubo mucho bureo tanto en Tabares, como en Progreso, Campo de Artillería y Torre.
En la calle de la Independencia, que lucía hermosa y profusamente iluminada, hubo primero dianas y alboradas, se vendieron las consabidas hierbas de San Juan y a la noche una gran verbena amenizada por una banda de música, así como fuegos de artificio, globos y la quema de una gran hoguera. Por su parte en la zona de Panderas, las calles del Orzán y Cordonería se llenaron de música y alegría. Una de las verbenas, al hallarse levantada la calle de Panderas con motivo de las obras de alcantarillado, se celebró en la calle estrecha de San Nicolás que se hallaba llena de farolillos y guirnaldas e incluso un farolón que representaba a la Torre de Hércules y dos organillos que no pararon de tocar. La gente, muy numerosa, se quejó de las apreturas, pues según la mayoría de los vecinos, no se había podido elegir peor marco para celebrar una verbena en honor a San Juan. Se bailó en todos los lugares y la oscuridad de muchos portales hizo que las parejas se dieran numerosos arrumacos. Hubo gran consumo, sobre todo de vino, registrándose importantes borracheras, pero afortunadamente no hubo incidentes. En el parque de Riazor, campo de juego del Deportivo de La Coruña, se celebró una muy vistosa y concurrida verbena que finalizo con fuegos artificiales al igual que en el parque del Leirón del Casino donde se dio cita una elegante concurrencia que se divirtió con las tómbolas y la música hasta bien entrada la medianoche. El Círculo de Artesanos y el Liceo de Monelos completaron la oferta de diversión de las sociedades en la noche más corta del año. 


Al día siguiente día grande de San Juan, tanto en San Nicolás como en la calle de la Independencia se repitieron las dianas y alboradas, paseo de la moda, concursos de belleza y escaparates, concierto musical, carreras de bicicletas, de sacos y cucañas, corrida de cintas, bailes regionales, verbena y numerosas diversiones. Sin embargo se echó en falta la Procesión del Santo que aquel año no recorrió las calles cercanas a la plaza de España. 

Calin Fernández Barallobre